Categoría: Mantenimiento de piscinas

Clases de filtros para una piscina

El filtro es una de las partes más importantes más importantes a tener en cuenta a la hora de mantener una piscina, antes no existían y por ello se tenía que vaciar habitualmente el agua y volver a llenarla entera porque se ponía verde. Para prevenir esto y que el agua esté siempre limpia, es importantes contar con un buen filtro, pero ¿Cuál es el mejor para mi piscina? Ahora veremos los distintos tipos de filtro que existen para que puedas elegir el que más te conviene.

Filtros de cartucho

Sin duda los más usados y los que te recomendarán los expertos si no quieres gastarte mucho, pero necesitas una buena eficiencia. Además, son ecológicos y ayudan a ahorrar agua, con lo que es una opción de lo más interesante.

Filtros inyectados

Están fabricados, como su propio nombre indica, de plástico inyectado. Estos filtros son un tipo que usan arena para piscinas y vienen con aire manual, purga de agua o selector incluido.

Filtro de Diatomeas

El mejor que puedes encontrar, es el más eficaz sobre todo para piscinas grandes. Hecho de fósiles de algas marinas, apenas deja pasar ni una mota de suciedad. Si quieres la mejor limpieza, este filtro es perfecto.

Filtro millenium top

Está construido en una sola pieza, sin ninguna unión y funciona como soplado para la arena, como el filtro inyectado, viene con todo el material integrado para una máxima depuración.

Filtro Aster con Válvula de Astralpool

Si lo que quieres es eliminar todas las partículas del agua, incluyendo las más grandes, este es tu filtro. Está construido de fibra de vidrio y de poliéster.

Filtro Bobinado Berlín Astralpool

Con su diámetro de boca que es más grande que 400mm, permitiendo que si lo necesitas puedes llegar hasta el interior para manipularlo y su equipamiento con válvula, purga, manómetro y todo lo necesario, hacen que se una opción muy viable.

Qué material elegir para construir tu piscina

Uno de los primeros pasos que tienes que pensar a la hora de construir tu piscina, y después de ver el tamaño de la que la quieres, es el material con la que estará fabricada. Porque existen distintos tipos que te van a proporcionar ciertas ventajas o desventajas, la elección al fina l será tuya, pero lo que tiene que tener claro es que cuanto más impermeable, mejor, sino al final por ahorrar, te saldrá mucho más cara al abrirse fisuras, grietas y demás.

Ahora vamos a ver los distintos materiales con los que puedes fabricar tu piscina.

Acero inoxidable

Uno de los materiales con mayor durabilidad, ya que su riesgo de rotura o desgaste es tremendamente bajo. Además, puedes darle la forma que deseas y no se tarda mucho en su instalación.

http://www.piscinaplus.com/piscinas-de-acero-inoxidable/

Poliéster o pre fabricadas

Si tu presupuesto no es muy alto, sin duda la opción más económica es esta, aunque sus formas y diseños son los que son y no podrás modificarlos, su alta durabilidad y resistencia hacen que sea una opción muy bien si no te quieres gastar mucho.

http://imaxtec.com/diseno-proyecto-presupuesto-y-construccion-de-piscinas/piscina-de-poliester/

Madera

Una de las opciones más modernas y estéticas. Sin duda son muy bonitas a la vista y su tiempo de construcción es de solamente de 3 a 5 días. Por el contrario, está su alto desgaste, teniendo que cambiarla después de unos cuantos años, aparte del mantenimiento más específico.

https://casaydiseno.com/modelos-de-disenos-con-piscina.html

Hormigón

Sin duda el material más usado, sobre todo en piscinas de gran tamaño. Ahora mismo hay tipos de hormigón que dan una calidad enorme y una durabilidad sin igual. Además de tener la capacidad de poder hacer la forma que se desea.

https://disenointerior.club/KDV-DisenoInterior/las-bello-hormigon-para-piscinas-dibujo-en-domicilio/

Lonas y aluminio

Por último tenemos esta opción, si no tienes mucho espacio, es lo mejor, suelen durar bastante bien y sirven perfectamente para refrescarte en verano.

Sistemas de depuración para tu piscina: Tipos y diferencias




Al comienzo de la construcción de las piscinas no existía la depuración, simplemente se llenaba de agua de un pozo, un estanque o similar y a los varios días, cuando el color se había tornado en verde, se vaciaba por completo para dar paso a un nuevo llenado. Sin duda esto era muy costoso además del trabajo que suponía, por ello hoy en día un buen sistema de depuración es absolutamente clave para poder mantener el agua limpia, cristalina y además prevenir de enfermedades que puedan causar el agua sucia.

Por ello en tu sistema de depuración es ideal que tengas una bomba, que es el aparato que mueve el agua. Un filtro, por supuesto, para pasar el agua por él y devolverla lo más limpia posible. Para que la suciedad se quede toda en la depuradora y no en la piscina, necesitarás un sumidero. Y por último una boquilla o varias de impulsión, que es por donde el agua vuelve a la piscina de la mejor manera posible.

Calcula la capacidad de tu piscina

Para determinar la depuración que necesitas, calcula los metros cúbicos de la piscina multiplicando le largo, por el ancho y por el fondo. En segundo lugar, calculas el tiempo que se necesitará que de media son ocho horas. Y, por último, se dividen lo metros cúbicos de agua por las horas de filtración para obtener la capacidad de filtración.

Tipos de Depuradoras

Existen distintos tipos de depuradoras según tu piscina, por ejemplo, tenemos las de gama media-alta que están construidas en plástico de alta durabilidad. Son muy fiables, aunque el precio sea más elevado.

También tenemos de gama media-baja, las cuales, aunque tienen buen rendimiento y bajo precio, suelen desgastarse rápido o dejar de funcionar por algún golpe.

SI tu piscina es pequeña o hinchable, también tendrás otro tipo de depuradora, como la de arena, monoblock o de cartucho.




Cómo eliminar las algas de la piscina




Las algas son uno de los principales enemigos de la piscina, ya que denota una falta de limpieza y cuidado de la misma y desaconseja automáticamente el baño. La aparición de algas implica que el agua de la piscina no cumple con los valores recomendados y en equilibrio, una situación que conviene corregir cuanto antes mejor. Como ya sabemos, un agua limpia y transparente, además de invitar al baño, es el mejor síntoma de que disponemos de una piscina en buenas condiciones. Saber cómo eliminar las algas de la piscina, puede ser nuestra mejor baza para luchar contra ellas.

Una cantidad suficiente de cloro, es una de las mejores armas para evitar que aparezcan. La dosis de este producto puede quedarse corta de repente por diversos motivos: un mayor uso de la piscina, factores climatológicos o un aumento repentino e inesperado de pH del agua. Estos factores se acentúan todavía más en verano, a causa de las altas temperaturas y favorecen la aparición de las algas.

Las algas pueden presentar diferentes aspectos, en función de su tipología. Es por ello que a veces el agua de la piscina presenta un color verdoso, mientras que en otras ocasiones tiende más al marrón o, incluso, al negro. Eliminar las algas de la piscina es imprescindible para evitar que funcionen bien los filtros y retornar el pH del agua a sus niveles óptimos. Pero, conseguirlo no es tarea fácil y nos llevará varios días.

Limpiar el fondo de la piscina es el primer paso, para eliminar la suciedad depositada en el fondo. Después hay que repasar la zona con un cepillo de acero inoxidable y volver a repasar el fondo. El siguiente paso consiste en eliminar las algas con cloro añadiendo cloro rápido, no parar la depuradora durante un día entero y dejando que los restos se posen nuevamente en el fondo. Acto seguido, volveremos a aspirar la zona y limpiaremos todo el circuito para eliminar restos. Si el proceso no resulta del todo efectivo, hay que repetirlo en 1 ó 2 días.

Una vez limpia el agua, hay que regular nuevamente las dosis de cloro y los niveles de pH y seguir con el mantenimiento habitual. Eso sí, aunque el problema esté superado hay que vigilar constantemente la calidad del agua y sus niveles para evitar que reaparezcan las molestas algas. Mientras, disfrutaremos del baño!.




Desinfección de la piscina por luz ultravioleta




La desinfección con luz ultravioleta es uno de los métodos más limpios y sencillos para mantener en óptimo estado el agua de nuestra piscina. El sistema consiste en un tubo iluminado con una lámpara que emite una radiación capaz de eliminar los microorganismos que se encuentran en el agua. La desinfección se produce sólo cuando el agua pasa por el tubo y no hace necesaria el uso de productos químicos para su mantenimiento. Este sistema, al evitar los gases del cloro, suele utilizarse para tratar el agua en piscifactorías, instalaciones de acuicultura, hospitales o empresas farmacéuticas. También en balnearios y Spas o piscinas de pequeñas dimensiones.

La luz ultravioleta la encontramos en el sol. Elimina fácilmente los gérmenes y bacterias, desinfectando así el agua de la piscina sin usar productos dañinos para las personas. En cuanto a su funcionamiento, el sistema filtra el agua y hace pasar el caudal por un depósito estanco donde se emite la radiación. Esta luz acaba con los gérmenes que infectan el agua y evitan que se reproduzcan.

A la hora de decantarnos por este sistema de desinfección que tener en cuenta cuestiones como el volumen de agua a tratar. A mayor cantidad de agua a tratar, más potente debe ser el equipo instalado, para aumentar así su capacidad germicida. Por otro lado, hay que prestar atención también a la regulación del pH. Unos valores alterados de pH pueden desaconsejar utilizar este sistema de desinfección del agua.

En cualquier caso, si optamos por el sistema de desinfección de la piscina por luz ultravioleta, nos encontraremos con algunas ventajas. Por ejemplo, evitaremos el acopio de productos químicos. Evitaremos a los bañistas el hedor a cloro y alguna reacción alérgica al mismo. El sistema es muy sencillo de instalar y también de mantener, además de ser automático. Y, por último, requiere muy poco esfuerzo para conseguir y mantener el agua de nuestra piscina en excelente condición.

No obstante, a pesar de la comodidad en el uso de este sistema, conviene no bajar la guardia respecto al estado del agua de la piscina. El encargado de su mantenimiento deberá comprobar regularmente el agua, para confirmar que el sistema de luz ultravioleta funciona correctamente o detectar posibles anomalías. Una falta de vigilancia y control puede desembocar en una mala calidad del agua de la piscina y poner en riesgo la seguridad de los bañistas.




Desinfección de la piscina por ozono




La desinfección del agua de la piscina por ozono es muy recomendable, ya que este gas tiene una gran potencia y es capaz de eliminar algas, hongos y gérmenes. Este sistema, igual que el de la luz ultravioleta, no utiliza productos químicos ya que el ozono se produce partiendo de la electricidad y también del aire. Para conseguirlo, se instala un electrodo que carga el aire de iones y convierte el oxígeno en ozono. Este gas se distribuye por el agua, desinfectándola, y luego se convierte nuevamente en oxígeno.

De esta manera se evita el uso del cloro y el bromo que suelen contener los productos utilizados para mantener las piscinas es buen estado. Aunque es cierto que, a veces, necesitamos un apoyo residual de estos dos elementos.

De todas maneras, serán cantidades tan pequeñas que prácticamente se eliminan las causas de posibles problemas respiratorios y alergias. Además el uso de ozono para desinfectar el agua le otorga un plus de claridad y brillo.

Normalmente, instalar un sistema de desinfección con ozono no supone un problema en piscinas que ya están en funcionamiento y utilizaban hasta ahora otro sistema para el mantenimiento del agua.




Desinfección de la piscina por bromo




La desinfección del agua de la piscina con bromo es un sistema poco utilizado, a pesar de ser menos irritante que el cloro. De hecho, ambos productos son similares y suelen usarse de la misma manera. La diferencia es que el bromo no puede utilizarse para el tratamiento del agua potable, ya que su sabor es muy desagradable y puede ser dañino para la salud.

El bromo reacciona rápidamente con otros compuestos y es uno de los productos con mayor capacidad de reacción, después del flúor. De esta manera, es un buen destructor de la materia orgánica, como algas, bacterias y otros microorganismos. Empezó a utilizarse en Estados Unidos y su uso se hizo habitual durante la II guerra mundial, cuando escasea el cloro.

Como ventaja, podemos destacar que se disuelve en el agua mucho mejor y más rápido que el cloro. Además, su concentración residual no es muy elevada. Pero, también presenta aspectos negativos como su capacidad reactiva y que es muy corrosivo.

El uso del bromo en piscinas está permitido para siempre que no supere los 200mg/l. En el caso de no estar seguros sobre la dosis necesaria que tenemos que aplicar, es necesario consultar con expertos o profesionales para no poder en peligro a los bañistas.




Desinfección de la piscina por filtros biológicos




Este sistema de desinfección suele utilizarse en estanques o piscinas naturales, a veces complementados con otros sistemas también poco agresivos, como el de la luz ultravioleta. Es muy adecuado para lugares con vegetación y donde no suele haber demasiados restos de bronceadores o cremas solares.

El sistema se basa en unas esponjas que contienen microorganismos que ayudan a destruir los gérmenes perjudiciales para el agua. Es una propuesta que respeta el medio ambiente, ya que no afecta a los seres vivos.

La desinfección por filtros biológicos intenta reproducir la depuración natural que se produce en los lagos o los ríos, descartando el uso de algún producto químico. El agua pasará por 3 zonas diferentes, durante todo el circuito de depuración, hasta regenerarse:

En la zona de baño tiene que haber corriente para que el agua circule entre 2 y veces cada día. De esta área, el agua pasará a la zona de regeneración y de allí a la de filtración, desde donde retornará a la zona de baño.

El mantenimiento de este sistema de desinfección suele ser escaso. Sólo tendremos que retirar las hojas que caigan en el agua y controlar que su nivel no se vea afectado, por ejemplo, por el proceso de evaporación.




Desinfección de la piscina por cloración salina




La cloración salina es uno de los sistemas más utilizados habitualmente para la desinfección de las piscinas, tanto públicas como privadas. Es de fácil instalación, uso sencillo y nos permite ahorrar mucho en los costes de mantenimiento de la piscina.

El sistema se denomina electrolisis salina y consiste en diluir una cantidad determinada de sal, que suele ser pequeña, dentro la piscina. Luego el agua pasa por unos electrodos que transforman la sal en un eficiente bactericida.

La electrolisis salina suela utilizarse en todo tipo de instalaciones acuáticas, no solo en piscinas. También se usa en balnearios, spas, parques de agua, etc. Presenta importantes beneficios para la salud ya que, a diferencia de otros sistemas de desinfección, no irrita los ojos ni la piel. También descarta los riesgos provocados por un mal uso accidental de los productos químicos ya que sólo utiliza la sal como elemento desinfectante.

También puede considerarse un sistema ecológico ya que únicamente utiliza elementos de la naturaleza (agua y sal) no contaminantes y suministro eléctrico. Además, resulta muy económico y no requiere el vaciado de la piscina. Por otro lado, otorga al agua un color mucho más luminoso y brillante.




Cómo desinfectar una piscina




Para tener a punto nuestra piscina en verano y disfrutar a tope de ella, son necesarios muchos cuidados dentro y fuera de temporada. Durante la época en la que más la utilizamos, evidentemente, hay que estar muy pendiente de su mantenimiento. Pero, es imprescindible prepararla al final de cada temporada, para facilitar su puesta a punto con la llegada del buen tiempo.

A veces, elegir el mejor tratamiento para la desinfección del agua no es fácil, ya que hay multitud de ellos en el mercado. Para elegirlo, hay que tener en cuenta elementos como el tamaño de la piscina, el lugar donde está ubicada y el uso que le damos. Por ejemplo, si queremos utilizarla durante todo el año, hay que mantener el agua limpia, transparente y libre de suciedad o algas que produzcan hedor.

Los tratamientos más utilizados varían en función de su dosificación manual o automática y también de los productos que escojamos para la desinfección del agua. El más tradicional es aquel que consiste en suministrar cloro manualmente. Presenta la ventaja de no requerir ninguna inversión inicial, pero nos obliga a controlar la dosificación y los productos adicionales personalmente y teniendo en cuenta factores externos. Por ejemplo, tendremos que añadir al cloro productos químicos que eliminen las algas o corrijan el pH en función del uso que hagamos de la piscina, la temperatura del agua o posibles tormentas.

También podemos optar por la dosificación automática del cloro, instalando bombas que dotaremos constantemente de los productos necesarios. Con este sistema, también nos veremos obligados a variar la dosificación programada, en función de los factores externos mencionados anteriormente.

La siguiente opción, que ya requiere una cierta inversión, consiste en dosificar a través del control automático del cloro y el pH. Consiste en la instalación de unos sistemas que permiten medir en todo momento estos niveles en el agua y dosifica la cantidad exacta de productos que se requieren para mantener los índices esperados.

También podemos optar por la desinfección del agua a través varios sistemas diferentes: por luz ultravioleta, por ozono o por bromo. Los dos primeros suelen utilizarse mucho en centros de Spa, ya que no evitan las acumulaciones de gases de cloro. Por el contrario, el último es el menos usado ya que produce más residuos y es más perjudicial que el cloro.

Por último, podemos decantarnos por la instalación de filtros biológicos, adecuados para estanques naturales por ser una solución ecológica. O, bien, por la cloración salina, que desinfecta la piscina complementado con regulador del pH.