Se acaba el buen tiempo tras el verano y con ello una tarea ardua y compleja por delante: mantener limpia y desinfectada nuestra piscina.
Con los malos temporales las lluvias son cada vez más frecuentes y traen a nuestros jardines amplios caudales de agua.
Tras una copiosa lluvia, nuestra piscina puede sufrir los siguientes desperfectos:
La venida de barro, polvo y hojas
El agua de lluvia puede arrastrar todos estos elementos ensuciando nuestra piscina.
Desajuste del pH
Con las abundantes lluvias el agua de nuestra piscina sufre un aumento del nivel de agua y, como hemos visto antes, gana elementos no deseados. Estos factores ayudan a alterar el pH del agua de la piscina provocando un desajuste, más concretamente, provocan un aumento del pH, dando ese toque de color verde característico del agua sucia.
Disminuye el cloro
Al sumar el agua de lluvia al agua de nuestra piscina se produce un aumento total del agua que provoca una dilución del soluto, que en este caso es el cloro. Por lo tanto su concentración en el agua de piscina disminuye y por consecuente disminuyen también las probabilidades de mantener desinfectada nuestra piscina.
Ante todos estos problemas tenemos la solución a cada uno de ellos:
Prevenir con terrazas móviles
Ante el dicho “es mejor prevenir que curar” aquí tenemos la prevención para evitar que la piscina sufra los efectos de la lluvia.
Estas cubiertas están diseñadas para mantener nuestra piscina aislada de cualquier suciedad y de agua externa. También protege, al cubrir totalmente la piscina, de caídas indeseadas.
Y al ser automáticas su manejo es muy cómodo y fácil de utilizar.
Pero si no has prevenido, curemos
Si tu piscina ya ha sufrido las desventajas del agua de lluvia puedes limpiar los residuos del fondo con el limpiafondos, disminuir el pH con productos minoradores del pH y añadir cloro hasta la concentración ideal.