Sistemas de depuración para tu piscina: Tipos y diferencias

Al comienzo de la construcción de las piscinas no existía la depuración, simplemente se llenaba de agua de un pozo, un estanque o similar y a los varios días, cuando el color se había tornado en verde, se vaciaba por completo para dar paso a un nuevo llenado. Sin duda esto era muy costoso además del trabajo que suponía, por ello hoy en día un buen sistema de depuración es absolutamente clave para poder mantener el agua limpia, cristalina y además prevenir de enfermedades que puedan causar el agua sucia.

Por ello en tu sistema de depuración es ideal que tengas una bomba, que es el aparato que mueve el agua. Un filtro, por supuesto, para pasar el agua por él y devolverla lo más limpia posible. Para que la suciedad se quede toda en la depuradora y no en la piscina, necesitarás un sumidero. Y por último una boquilla o varias de impulsión, que es por donde el agua vuelve a la piscina de la mejor manera posible.

Calcula la capacidad de tu piscina

Para determinar la depuración que necesitas, calcula los metros cúbicos de la piscina multiplicando le largo, por el ancho y por el fondo. En segundo lugar, calculas el tiempo que se necesitará que de media son ocho horas. Y, por último, se dividen lo metros cúbicos de agua por las horas de filtración para obtener la capacidad de filtración.

Tipos de Depuradoras

Existen distintos tipos de depuradoras según tu piscina, por ejemplo, tenemos las de gama media-alta que están construidas en plástico de alta durabilidad. Son muy fiables, aunque el precio sea más elevado.

También tenemos de gama media-baja, las cuales, aunque tienen buen rendimiento y bajo precio, suelen desgastarse rápido o dejar de funcionar por algún golpe.

SI tu piscina es pequeña o hinchable, también tendrás otro tipo de depuradora, como la de arena, monoblock o de cartucho.